martes, 31 de mayo de 2016

Día internacional sin tabaco.

El hábito de fumar perjudica a casi todos los órganos del cuerpo. Ha sido definitivamente vinculado a las cataratas y la neumonía (pulmonía) y ocasiona la tercera parte de las muertes relacionadas con cualquier tipo de cáncer. En general, el índice de muerte por cáncer se duplica en los fumadores y llega a ser hasta cuatro veces más en los fumadores empedernidos. El cáncer de pulmón encabeza la lista de los tipos de cáncer causados por el tabaco. El uso de cigarrillos está asociado con el 90 por ciento de todos los casos de cáncer pulmonar, el cáncer que más muertes causa tanto entre hombres como mujeres. El hábito de fumar también está asociado con el cáncer de la boca, faringe, laringe, esófago, estómago, páncreas, cérvix, riñones, uretra, vejiga y leucemia mieloide aguda.
Foto de dos pulmones. Uno es saludable y el otro muestra los efectos de fumar tabaco.    El alquitrán, sustancia de color café y de consistencia pegajosa, cubre los pulmones de los fumadores de tabaco. Conjuntamente con miles de otras sustancias químicas dañinas, el alquitrán puede causar cáncer pulmonar y enfermedades respiratorias agudas.
Además del cáncer, el uso de cigarrillos causa enfermedades pulmonares como la bronquitis crónica y el enfisema y también se sabe que empeora los síntomas del asma en adultos y niños. Más del 90 por ciento de todas las muertes por enfermedades de obstrucción pulmonar crónica son atribuibles al hábito de fumar. Ha sido bien documentado que fumar aumenta sustancialmente el riesgo de enfermedades del corazón, incluyendo ataques al cerebro y al corazón, risma. El hábito de fumar cigarrillos también causa enfermedad coronaria, la principal causa de muerte en los Estados Unidos; los fumadores de cigarrillos tienen de dos a cuatro veces más probabilidad de desarrollar enfermedad coronaria en comparación con las personas que no fuman.
También, puede ser sumamente tóxico estar expuesto a dosis altas de nicotina como las que se encuentran en algunos sprays de insecticidas, que pueden causar vómito, temblores, convulsiones y muerte. De hecho, una gota de nicotina pura puede matar a una persona. Se han reportado envenenamientos por nicotina resultantes de la ingestión accidental de insecticidas por adultos o la ingestión de productos de tabaco por niños y mascotas. La muerte generalmente ocurre a los pocos minutos por insuficiencia respiratoria causada por parálisis.
Aunque a menudo pensamos que las consecuencias médicas son el resultado del uso directo de productos de tabaco, la inhalación pasiva del humo del cigarro también aumenta el riesgo de contraer muchas enfermedades. El humo ambiental del tabaco es la mayor fuente de contaminantes del aire de interiores. Se estima que la inhalación pasiva del humo de cigarrillos causa aproximadamente 3,000 muertes por cáncer pulmonar entre personas que no fuman y contribuye a más de 35,000 muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares. El estar expuesto al humo de tabaco en el hogar también es un factor de riesgo que contribuye a nuevos y más severos casos de asma infantil. Además, los cigarrillos que se caen o se botan son la principal causa de fatalidades por incendios residenciales, causando más de 1,000 muertes cada año.
Foto de dos neuroimágenes, el primero muestra el nivel normal de la enzima monoaminooxidasa, el otro muestra el nivel reducido del enzima por causa de fumar. Con el uso de tecnología avanzada de neuroimágenes, los científicos pueden ver el efecto dramático sobre el cerebro y el cuerpo causado por fumar cigarrillos y han encontrado una disminución marcada en los niveles de la monoaminooxidasa (MAO B), una enzima importante que es responsable de la descomposición de la dopamina. (Fuente: Fowler y cols., 2003)

viernes, 27 de mayo de 2016

Melanoma

Qué es

El melanoma es un tipo de cáncer de piel que aparece cuando las células llamadasmelanocitos se convierten en malignas. Estas células elaboran un pigmento llamado melanina, responsable del color de la piel, del pelo y del iris de los ojos. La melanina, por su parte, funciona como un fotoprotector evitando que la radiación solar dañe las estructuras o los tejidos del cuerpo. Cuando la piel se expone al sollos melanocitos producen más melanina como defensa contra la acción de los rayos ultravioleta (UV). Los lunares o pecas aparecen cuando los melanocitos crecen en grupo.
Una persona suele tener entre 10 y 40 y, científicamente, se llaman nevus. Estos se clasifican en dos grupos: nevus congénitos, que pueden ser de nacimiento o aparecer con los años; y nevus adquiridos, que se desarrollan a partir del año de nacimiento y pueden ser típicos o atípicos. Los melanocitos se multiplican y en ocasiones se extienden a otras partes del organismo.
Las metástasis se inician cuando un grupo pequeño de células del tumor primitivo es transportado a otra zona y se detiene en un órgano donde crece y produce un tumorsemejante al original. Para despejar las posibles dudas sobre la naturaleza maligna del tumor se utiliza la biopsia, que consiste en la extracción de una muestra del tejido tumoral para analizarlo. De esta manera se puede confirmar el diagnóstico y establecer un tratamiento adecuado.

Causas

Aunque son diversos los factores que lo provocan, parece ser determinante haber tomado en exceso el sol durante la infancia, si bien puede aparecer en personas de todas las edades. Se localiza en todo el cuerpo, y se manifiesta por nuevos lunares o pecas que cambian de tamaño y aspecto. Hay una serie de factores que aumentan el riesgo de padecer un melanoma, y éstos determinan que existan grupos de personas con mayor probabilidad de desarrollarlo. Entre ellos cabe destacar:
  • Tener la piel o el pelo claros.
  • Presencia de nevus atípicos.
  • Presencia de nevus en una cantidad superior a 40.
  • Presencia de nevus congénitos.
  • Tener antecedentes familiares de nevus atípicos, de melanoma o de ambas cosas.
  • Haber sufrido una o más quemaduras severas por el sol, especialmente si se han producido en la infancia, pues el efecto de la irradiación solar es acumulativo.
  • Haber estado expuesto muchas horas a rayos ultravioleta (sol, UVB, UVA) aunque tenga la piel totalmente bronceada.

Síntomas

  • Aunque el melanoma puede aparecer a cualquier edad y cada vez se diagnostica más en jóvenes, la mayor frecuencia se da entre los 40 y 50 años, lo cual es común a los distintos cánceres de piel.
     
  • En cuanto al sexo, el melanoma se da con más frecuencia en mujeres que en hombres, aunque generalmente tiene un mejor pronóstico que para los hombres.
     
  • Las personas rubias, pelirrojas y con los ojos claros tienen más posibilidades de tener un melanoma. Las personas de raza blanca también cuentan con más posibilidades que las de tez oscura.
     
  • Las profesiones realizadas a la intemperie y los deportes al aire libre también son un factor de riesgo.
     
  • Las personas con una piel muy sensible que siempre se queman y nunca se broncean en su primera exposición constituyen un grupo de riesgo.
     
  • Las personas que en algún momento de su vida se han visto afectadas por un melanoma corren el riesgo de recaer o de desarrollar nuevos melanomas. Por este motivo es muy importante el seguimiento médico y el mantenimiento de medidas de prevención.
     
  • Las personas en situación de inmunodepresión (leucemia, linfomas, trasplante de órganos, sida, etcétera) tienen mayor riesgo de desarrollar un melanoma.

Prevención

El sol constituye el principal factor de riesgo para desarrollar un melanoma, por lo que es recomendable tomar una serie de medidas básicas a la hora de exponerse a los rayos solares. Las personas con melanoma deben seguir con especial atención las normas generales para protegerse de la radiación, ya que corren un mayor riesgo de desarrollar nuevos tumores. Para proteger la piel, conviene tener en cuenta los siguientes consejos:
  • Aplíquese el protector solar antes de la exposición: Se debe aplicar el protector solar antes de la exposición al sol y renovar frecuentemente su aplicación, sobre todo, si se está en la playa o en la piscina, después de cada baño.
     
  • Evite las horas de mayor intensidad: La exposición al sol debe ser progresiva y se debe evitar entre las 12h y las 16h.
     
  • Proteja a los niños: No exponga a insolación directa a los niños menores de tres años y en las horas de débil insolación protéjales con un fotoprotector de alta protección a fin de preservar el mayor tiempo posible su capital solar. Hay que tener en cuenta que la piel conserva la memoria de todas las radiaciones recibidas durante la infancia. Cuanto más importante ha sido la dosis de radiación, mayor es el riesgo de aparición de cánceres en la edad adulta.
     
  • Utilice protección en actividades al aire libre: Las actividades al aire libre también pueden provocar quemaduras. Utilice protección solar en paseos tanto andando como en bicicleta, cuando realice deporte o se encuentre en jardines o terrazas, etcétera.
     
  • No baje la guardia ante factores que aminoren la sensación de calor: No se fíe de las circunstancias que comportan un riesgo suplementario o una falsa seguridad: altitud, nubosidad, superficies reflectoras (nieve, arena, hierba, agua), viento fresco, etcétera.
     
  • Protéjase con gafas de sol, gorra y ropa seca: Utilice gorra y gafas de sol con cristales homologados capaces de filtrar los rayos UVA y UVB. A los niños, además, protéjalos con una camiseta seca y opaca: una camiseta mojada deja pasar los rayos UV.
     
  • Séquese bien después de cada baño: El efecto lupa de las gotas de agua favorece las quemaduras solares y disminuye la eficacia de los protectores solares aunque estos sean resistentes al agua.
     
  • Beba agua en abundancia y frecuentemente: El sol deshidrata el organismo. Vigile en especial  a las personas mayores, cuya sensación de sed está atenuada, y a los niños, cuya necesidad de agua es importante y sus centros de termorregulación todavía inmaduros.
     
  • Evite las sesiones bronceadoras con lámparas de rayos UVA: Contribuyen a la aparición de cánceres cutáneos y aceleran el envejecimiento de la piel.
     
  • Revise sus pecas y lunares: Si advierte la aparición de una nueva peca o lunar, o que alguno de los que ya tiene cambia de forma, tamaño o color consulte a su dermatólogo.

Tipos

El melanoma, que presenta formas, volúmenes y colores variables, puede desarrollarse en cualquier superficie de la piel. En los hombres aparece generalmente en el tronco, desde la espalda hasta la cadera, en la cabeza o en el cuello. En cambio, en las mujeres se desarrolla principalmente en las piernas o en el tronco. No se deben excluir otras partes del cuerpo, ya que también puede desarrollarse debajo de las uñas, en las palmas de las manos o en las plantas de los pies. Es importante recordar que ésta no es una enfermedad contagiosa, por lo que no existe ningún riesgo derivado del contacto con personas que la sufren. Existen varios tipos de melanoma:
  • Lentigo maligno:

Afecta a las áreas de la piel que se han visto expuestas durante largo tiempo al sol. Se localiza en la cara, la cabeza y el cuello, y en algunos casos en el dorso de la mano y las piernas y se presenta entre los 60 y 70 años. Al inicio se percibe una mancha de bordes mal delimitados. Con el tiempo la mancha se extiende y modifica hasta formar un nódulo. Si desaparece, vuelve a presentarse en otras áreas. El color puede ser variable, con áreas de distintas tonalidades de marrón, pero también pueden ser rojas o negras.
  • De extensión superficial:

Aparece en cualquier zona de la piel, aunque en los hombres se localiza más en el tronco, y en las mujeres, más en las piernas. Es el más frecuente entre la población blanca: constituye cerca del 70 por ciento de todos los melanomas y aparece entre los 40 y 50 años. Es una mancha superficial de bordes bien delimitados. Su crecimiento es relativamente lento, provocando una lesión que puede durar de uno a varios años. Aparecen uno o varios. Su color es intenso pero muy variable: marrón, gris, negro o rosa. La forma del borde es irregular.
  • Acral:

Afecta a las plantas de los pies y, en menor grado, a las palmas de las manos, los dedos, los genitales y la boca. Constituye el 10 por ciento de los melanomas entre la población blanca y el 50 por ciento entre la negra u oriental y puede aparecer a cualquier edad. Sobre la mancha inicial aparece un tumor a los pocos meses y las lesiones son muy variables. Tiene los bordes más dispersos, pero los colores son parecidos a los del melanoma de extensión superficial.
  • Nodular:

Se localiza en cualquier zona de la piel, aunque por lo general se sitúa en la cabeza y el tronco. Es más frecuente en los hombres que en las mujeres y se desarrolla entre los 50 y 60 años. Es el segundo tipo de melanoma más frecuente, contabilizando del 10 al 15 por ciento de todos los casos. El tumor crece rápidamente sin apreciarse una mancha. Su aspecto es el de una lesión en forma de nódulo tumoral. El color es variable: negro, azulado, marrón, rojizo. Sangra a menudo y está elevado sobre la piel.
  • De mucosas:

Suelen aparecer en la mucosa genital, oral, en el tubo digestivo o en la conjuntiva ocular. Se desarrollan de forma muy parecida a los melanomas de extensión superficial.
  • Desmoplásico:

Es muy poco común y se presenta en principio como una lesión. Se acaba desarrollando como un tumor con gran capacidad de infiltración local y desarrollo de metástasis.
  • Ocular:

No guarda relación con la exposición solar y afecta a varias partes del ojo como las coroides, el cuerpo ciliar o el iris. Es muy poco común pero tiene una alta tasa de mortalidad debido a la facilidad que tiene para diseminarse.

Diagnóstico

Para determinar el estadio en el que se encuentra el melanoma se llevan a cabo las siguientes pruebas, con la intención de realizar posteriormente el tratamiento adecuado:
  • Exploración física.
     
  • Mapeo de ganglios linfáticos y biopsia del ganglio linfático centinela: se inyecta una sustancia radiactiva en el ganglio linfático centinela (el primero en aparecer) y posteriormente se extrae y se estudia su tejido en busca de células cancerosas.
     
  • TC (tomografía computarizada): se toman imágenes del interior del cuerpo.
     
  • Exploración con PET (tomografía por emisión de positrones): sirve para detectar células de tumores malignos inyectando glucosa radiactiva.
     
  • Imágenes por resonancia magnética con gandolino (RM): mediante un imán y ondas de radio se crean imágenes de partes del cuerpo internas como el cerebro. El gandolino es una sustancia de contraste que hace que las células sean más visibles.
     
  • Análisis de sangre.
Cuando se sospecha la presencia de un melanoma, se realiza una biopsia (extracción de una muestra de tejido y examen al microscopio). Los tumores pequeños se extirpan enteramente, pero cuando son grandes se obtiene sólo una pequeña porción. En cualquier caso, un anatomopatólogo examina el tejido al microscopio para determinar si el tumor corresponde a un melanoma.
Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el sistema ABCD es también una guía útil para identificar manchas en la piel que deberían ser consultadas por el médico:
  • A. Asimetría: Las lesiones de melanoma suelen ser de forma irregular (asimétrica); los lunares benignos -no cancerosos- suelen ser redondeados (simétricos).
     
  • B. Borde: Estas afecciones tienen a menudo bordes desiguales o irregulares (mellados o con muescas); los lunares benignos tienen bordes lisos.
     
  • C. Color: Las lesiones presentan muchas sombras de marrón o negro; en los lunares benignos se aprecia una única mancha marrón.
     
  • D. Diámetro: Normalmente tienen más de 6 milímetros de diámetro. Los lunares que no son peligrosos suelen medir menos.

Tratamientos

El tratamiento del melanoma depende del tipo y del estadio del tumor, así como de otros factores como el estado de salud y la edad del paciente. Existen cuatro tipos de tratamiento que pueden utilizarse de forma combinada:
  • Cirugía: Es el tratamiento más común y consiste en la total extirpación del tumor junto a una parte del tejido sano que hay a su alrededor. De esta manera se evita que el cáncer se reproduzca en el caso de que haya invadido otras zonas cercanas. La cantidad de tejido extirpado depende de la profundidad y el grosor del melanoma.
     
  • Quimioterapia: Consiste en la administración de fármacos anticancerígenos. Pueden combinarse varios fármacos para incrementar su eficacia, e incluso aplicarse localmente. Este tratamiento es de gran utilidad cuando el melanoma se ha extendido desde el lugar de origen a otras partes del cuerpo.
     
  • Inmunoterapia: También llamada bioterapia o terapia biológica, consiste en aumentar las defensas naturales del cuerpo ante la enfermedad. De esta manera el sistema inmunitario de las personas afectadas se fortalece. Las sustancias más utilizadas son los interferones, sustancias naturales derivadas de los leucocitos que el propio cuerpo produce en pequeñas cantidades como reacción a ciertos estímulos (virus, toxinas, etc.). La más empleada es el interferón-alfa, que ha demostrado ser muy eficaz en los melanomas con alto riesgo de recaída.
     
  • Radioterapia: Se trata del uso de radiación de alta intensidad para destruir las células cancerígenas y detener su crecimiento. El tratamiento es local, lo cual significa que sólo afecta a las células de una zona determinada. En el caso del melanoma, únicamente se utiliza para tratar metástasis en los huesos o en el cerebro.

viernes, 20 de mayo de 2016

La epilepsia

¿Qué es?

La epilepsia es un trastorno provocado por el aumento de la actividad eléctrica de las neuronas en alguna zona del cerebro. La persona afectada puede sufrir una serie de convulsiones o movimientos corporales incontrolados de forma repetitiva. A esto se le llama "ataque epiléptico".
Para considerar epiléptico a alguien, los ataques deben repetirse con cierta frecuencia (ataques recurrentes). La epilepsia tiene su origen en unos cambios breves y repentinos del funcionamiento del cerebro; por esta razón, se trata de una afección neurológica. Dicha afección no es contagiosa ni está causada por ninguna enfermedad o retraso mental. Algunas personas con retraso mental pueden experimentar ataques epilépticos, pero tener estos ataques no implica necesariamente el desarrollo de una deficiencia mental.

Epidemiología

Los casos de epilepsia en España alcanzan los 400.000 afectados, según datos de laSociedad Española de Neurología (SEN). Cada año, entre 12.400 y 22.000 personas presentan el trastorno por primera vez. Es la segunda causa de consulta ambulatoria neurológica después de las cefaleas.
De todos los afectados por epilepsia, un 25 por ciento sufre de epilepsia farmacorresistente; en ocasiones se puede recurrir a intervenciones quirúrgicas para mejorar su pronóstico. Para tratar a estos pacientes, existen siete Unidades de Cirugía de la Epilepsia en España, que realizan cerca de 200 intervenciones al año.
Además, existen 26.000 casos de pacientes epilépticos diagnosticados con discapacidad, de los cuales sólo el 25 por ciento se encuentra en situación laboral activa. 18.000 de ellos sufren limitaciones en el trabajo, y 12.000 tienen dificultades para desplazarse a su centro de trabajo.
En el mundo entero se estima que hay cerca de 50 millones de personas con epilepsia.

Causas

Las personas que tienen epilepsia sin indicios acostumbran a tener su primer ataque entre los 2 y los 14 años de edad, aunque puede ocurrir a cualquier edad independientemente del sexo o la raza. La epilepsia es un trastorno con muchas causas posibles. Cualquier cosa que impida o distorsione el patrón de actividad neuronal normal puede conducir a la aparición de una crisis epiléptica. Se ha observado que algunas personas epilépticas tienen una cantidad más alta de neurotransmisores activos (sustancias encargadas de conducir el impulso nervioso entre las neuronas), lo cual incrementa la actividad neuronal. En otros se ha observado una cantidad baja de inhibidores de dichos neurotransmisores, lo cual también aumenta la actividad neuronal. En ambos casos aparece la epilepsia.
  • Predisposición hereditaria. Es más probable que una persona tenga convulsiones si sus padres han padecido crisis convulsivas. Actualmente se está tratando de localizar el gen responsable de las crisis convulsivas.
     
  • Estado de maduración del cerebro. Aún entre las diferentes edades pediátricas, hay una enorme diferencia en la frecuencia de convulsiones infantiles. En la etapa prenatal el umbral es muy alto y las crisis poco frecuentes; en el recién nacido (primeros 30 días) el umbral es bajo y las crisis frecuentes. Entre los dos y cinco años el umbral va aumentando hasta que alcanza el nivel máximo a los cinco años. De esto se podría deducir que la maduración cerebral por sí sola modifica la frecuencia de las crisis convulsivas. También se puede pensar que los síndromes epilépticos en niños son completamente diferentes a los de los adultos.
     
  • Existencia de lesión cerebral. El cerebro puede estar programado para desarrollarse normalmente, pero puede sufrir lesiones durante el embarazo, el nacimiento o más adelante. Las lesiones pueden deberse a tumores cerebrales, alcoholismo u otras drogas, Alzheimermeningitis, encefalitis, sida, ciertas alergias, etc., porque todo ello altera el normal funcionamiento del cerebro. Los ataques al corazón, infartos y enfermedades cardiovasculares también influyen en la aparición de un ataque epiléptico porque privan al cerebro de oxígeno.
     
  • Reparaciones incorrectas. En algunos casos, el cerebro intenta reparar los daños causados, pero puede generar conexiones neuronales anormales que podrían conducir a la epilepsia. ¿Por qué se producen los ataques epilépticos?

Síntomas

En el estado epiléptico (status epilepticus), el más grave de los trastornos convulsivos, las convulsiones no se detienen. El estado epiléptico es una urgencia médica porque la persona tiene convulsiones acompañadas de intensas contracciones musculares, no puede respiraradecuadamente y tiene extensas (difusas) descargas eléctricas en el cerebro. Si no se procede al tratamiento inmediato, el corazón y el cerebro pueden resultar permanentemente lesionados y puede sobrevenir la muerte.

Prevención

Muchos casos de epilepsia secundaria a traumatismos se pueden prevenir haciendo uso de los cinturones de seguridad en los vehículos y de cascos en las bicicletas y motos; poniendo a los niños en asientos adecuados para coches y, en general, tomando las medidas de precaución necesarias para evitar traumatismos y daños en la cabeza. Seguir un tratamiento después del primer o segundo ataque también puede prevenir la epilepsia en algunos casos. Unos buenos cuidados prenatales, incluyendo el tratamiento de la tensión alta e infecciones durante el embarazo, pueden prevenir daños cerebrales durante el desarrollo del bebé, que conduzcan a una posterior epilepsia u otros problemas neurológicos.
El tratamiento de enfermedades cardiovasculares, tensión alta, infecciones y otros trastornos que puedan afectar al cerebro durante la madurez y la vejez también puede prevenir muchos casos de epilepsia en adultos. Por último, identificar los genes implicados en muchos trastornos neurológicos puede ofrecer oportunidades para un estudio genético y un diagnóstico prenatal que puede prevenir muchos casos de epilepsia.

Diagnóstico

Hay tres métodos principales de diagnóstico de la epilepsia:
  • Historia personal y médica del paciente. El médico la realiza obteniendo toda la información posible que pueda darle el afectado (características de los ataques epilépticos, qué le pasa momentos antes de que comience el ataque, etc.). Además añade otra, más científica, sobre la evolución de la persona (cómo le va el tratamiento, otras pruebas realizadas y sus resultados, etc.).
     
  • Electroencefalograma. Se hace con una máquina que proporciona, dibujando unas líneas ondulantes, las señales eléctricas que llegan desde las células del cerebro. Con el electroencefalograma, el médico descubre si hay circunstancias cerebrales especiales que expliquen por qué se producen los ataques epilépticos. Para poder conseguir esta imagen del cerebro, se suele recurrir a la hiperventilación o la estimulación luminosa intermitente. No obstante, el electroencefalograma no siempre muestra que haya indicios de epilepsia, porque a veces los cambios eléctricos se producen en zonas muy profundas del cerebro; en otras ocasiones, en el momento de hacer el electroencefalograma no se está produciendo ningún cambio.
     
  • Tomografía computerizada. Consiste en otra máquina que hace una serie de fotografías de los diferentes niveles del cerebro, con las que se puede ver si existe en él algún bulto, cicatriz, marca o cualquier otra condición que pueda estar causando los ataques.

Tratamientos

Un diagnóstico cuidadoso y exacto del tipo de epilepsia que padece el enfermo es fundamental para encontrar un tratamiento efectivo. Hay muchas formas diferentes de tratar la epilepsia. Los tratamientos actuales pueden controlar los ataques, al menos durante cierto tiempo, en aproximadamente un 80% de los pacientes con epilepsia. Sin embargo el 20% restante de los pacientes epilépticos tienen ataques que no se pueden tratar adecuadamente con los medios disponibles actualmente, por lo que se hace absolutamente necesario una mejora en los tratamientos o la aparición de otros nuevos.
La duración del tratamiento variará en función de cada paciente y el tipo de epilepsia que padezca. En algunos casos puede tratarse de unos pocos años, mientras que para algunos pacientes tendrá que someterse al tratamiento de manera indefinida.
Las posibilidades de tratamiento de la epilepsia son la medicación, la cirugía y una dieta alimenticia específica. La mayoría de las veces, lo que se aplica es una combinación de las dos o de las tres modalidades.

martes, 17 de mayo de 2016

Fibromialgia

¿Qué es?

La fibromialgia es una enfermedad reumatológica que se caracteriza por el dolor crónico generalizado durante más de tres meses. Normalmente el paciente localiza este dolor en el aparato locomotor.
Según el estudio Episer realizado por la Sociedad Española de Reumatología (SER) en el año 2000, se estima que en la población española la prevalencia de la fibromialgia es del 2,73 por ciento, siendo más frecuente en las mujeres que en los hombres.
Esta patología puede manifestarse a cualquier edad, no obstante, es mucho más prevalente en las edades medias de la vida y se considera la causa más frecuente de dolor musculoesquelético.

Causas

Aunque se desconocen las causas que originan esta enfermedad, desde la SER explican que hoy en día se piensa que la fibromialgia se produce por una alteración de determinados neurotransmisores del sistema nervioso.
La sociedad señala que, cuando se produce el desequilibro de los neurotransmisores, se puede producir una serie de alteraciones que podrían explicar los síntomas de la patología. Así, el dolor generalizado se produce como consecuencia de una alteración en las vías de modulación del dolor.
Por estas causas, el dolor generalizado que relatan la mayoría de los pacientes, se origina porque en ellos hay una percepción anómala de los estímulos sensoriales y, por tanto, interpretan la presión, el calor, la vibración o cualquier otro estímulo como doloroso.

Síntomas

Según la SER, las manifestaciones clínicas más frecuentes son:
  • Dolor muscular: también conocido como mialgia, que aparece de forma crónica y puede prolongarse durante más de tres meses. Este dolor es difuso, inespecífico y afecta a muchas partes distintas del cuerpo. El dolor en la fibromialgia tiene algunas peculiaridades como alodinia (dolor por estímulos no dolorosos), hiperalgesia (dolor mayor de lo normal en relación al estímulo doloroso) y persistencia (está presente durante más tiempo de lo normal).
     
  • Fatiga y cansancio: Estos dos síntomas aparecen al realizar poco esfuerzo, o ninguno, y no siempre desaparecen al descasar.
     
  • Rigidez: Aunque la rigidez puede aparecer como un síntoma de otras enfermedades reumáticas, al igual que la fatiga y el cansancio, tiene una serie de peculiaridades que la diferencia de otras patologías como la artritis reumatoide, la artrosis o el lupus.

    En estos casos los pacientes pueden presentar entumecimiento, calambres en las piernas, sensación de hinchazón, agarrotamiento, contracturas musculares, movimientos involuntarios, temblor y sensación de bloqueo.
     
  • Trastornos del sueño: Las personas que tienen fibromialgia pueden manifestar problemas para conciliar el sueño, así como despertarse repetidamente durante la noche o que el sueño no sea reparador.
     
  • Deterioro cognitivo: Esta enfermedad puede dificultar que el paciente procese la información, la memorización o que se exprese verbalmente de forma adecuada.
     
  • La ansiedad y la depresión suelen estar vinculados con la enfermedad. Sin embargo, los especialistas no pueden determinar si se producen antes, como consecuencia de la enfermedad o aparece en el trascurso de la misma.
     
  • Por último, existen muchos síntomas relacionados con trastornos gastrointestinales, como el intestino irritable o la hernia de hiato, trastornos muscoesqueléticos, como el síndrome del túnel carpiano, metabólicos (hipotiroidismo) y autonómicos (mareos, vértigos, hipotensión, etcétera).
     
  • Por otro lado, estos síntomas pueden provocar que a menudo la fibromialgia se confunda con la polimialgia reumática, una patología que se caracteriza por dolor con impotencia funcional y rigidez. No obstante, a diferencia de la fibromialgia, la polimialgia reumática es una enfermedad inflamatoria que produce alteraciones en los análisis de sangre y tiene pruebas diagnósticas y tratamientos específicos.
                    
                  

Prevención

Dado que sólo se sospechan las posibles causas que originan la enfermedad, en la actualidad no existen medidas preventivas para mitigar su aparición.

Tipos

La fibromialgia no está dividida en tipos. Los especialistas han clasificado la patología en tipos para adaptar a cada paciente el tratamiento:
  • Tipo I: Pacientes sin ninguna enfermedad concomitante.
     
  • Tipo II: Pacientes con enfermedades reumáticas y autoinmunitarias.
     
  • Tipo III: Pacientes con grave alteración en la esfera psicopatológica.
     
  • Tipo IV: Pacientes simuladores.

Diagnóstico

El diagnóstico se realiza mediante la exploración clínica del paciente y por la existencia de diferentes síntomas, como dolor, rigidez o trastornos del sueño, sin que exista una explicación alternativa que justifique que se trata de otra enfermedad.
Tal y como indican desde la SER, el resultado del examen físico general suele resultar normal y en la actualidad no hay ninguna prueba de imagen o laboratorio que confirme el diagnóstico, aunque los análisis pueden ayudar a descartar otras enfermedades como el lupus, el hipotiroidismo o la artritis reumatoide.
El diagnóstico diferenciador suele confirmarse cuando en la exploración los especialistas detectan un conjunto de 18 puntos, denominados puntos dolorosos a la presión, que se localizan en diversas áreas musculares del cuerpo, fundamentalmente alrededor del cuello, codo, rodillas y pelvis.

Tratamientos

Los tratamientos de la fibromialgia no son curativos, ya que se desconocen sus causas, por lo que van dirigidos a aliviar los síntomas de los pacientes.
Antes de comenzar el tratamiento los expertos deben asegurarse de que el diagnóstico es el correcto. A continuación, los especialistas procederán a explicarles a los pacientes en qué consiste la enfermedad y qué está pasando exactamente. Por último, deberán implicarlos en el abordaje y en las terapias mediante pautas vitales positivas, deporte y tratamiento farmacológico.
Tal y como indican desde la SER, el tratamiento tiene tres aspectos fundamentales:

Fármacos contra la fibromialgia:

El paciente puede seguir un tratamiento con analgésicos o antiinflamatorios clásicos o bien incorporar medicamentos moduladores del dolor: antidepresivos y anticonvulsionantesprincipalmente. El objetivo es mejorar el sueño, la fatiga, la depresión, los espasmos musculares y el dolor. En los casos más graves, pueden combinarse varios de estos fármacos, bajo prescripción médica.
Deporte:

Los expertos recomiendan realizar ejercicio físico aeróbico de forma progresiva, gradual y constante. Enrique Hornilla, reumátologo de Clínica Universidad de Navarra, destaca la eficacia de los ejercicios en piscina y la hidroterapia.

Terapias psicológicas:

Este aspecto del tratamiento es fundamental para enseñar al paciente a afrontar de forma correcta la fibromialgia. En concreto, "las técnicas de meditación e incluso la hipnosis han demostrado que disminuyen el dolor", afirma Hornilla. 

Calidad de vida

En la actualidad hay un gran número de personas con fibromialgia que realizan una vida normal. Sin embargo, si la enfermedad tarda en diagnosticarse o no se realiza la intervención adecuadala calidad de vida del paciente va disminuyendo poco a poco.
La importancia de esta patología radica en que afecta a todos los ámbitos de la vida del paciente y éste puede llegar a desarrollar una discapacidad que incluso interfiera en su ámbito laboral. Según varios estudios, entre el 15 y el 20 y hasta el 50 por ciento de los pacientes tienen que dejar su trabajo.
     
               

viernes, 6 de mayo de 2016

la Enfermedad Celíaca


¿Qué es la Enfermedad Celíaca?

La enfermedad celíaca (EC) es un intolerancia permanente al gluten del trigo, cebada, centeno y probablemente avena que se presenta en individuos genéticamente predispuestos, caracterizada por una reacción inflamatoria, de base inmune, en la mucosa del intestino delgado que dificulta la absorción de macro y micronutrientes. 

La prevalencia estimada en los europeos y sus descendientes es del 1%, siendo más frecuente en las mujeres con una proporción 2:1. 

Un porcentaje importante de pacientes (75%) están sin diagnosticar debido, en su mayor parte, a que la EC durante años se ha relacionado, exclusivamente, con su forma clásica de presentación clínica. Sin embargo, el reconocimiento de otras formas atípicas de manifestarse, oligo y asintomáticas, combinados con la mayor y mejor utilización de las pruebas complementarias disponibles, ha permitido poner de manifiesto la existencia de diferentes tipos de EC: 
  • Síntomática: Los síntomas son muy diversos pero todos los pacientes mostrarán una serología, histología y test genéticos compatibles con la EC.
  • Subclínica: En este caso no existirán síntomas ni signos, aunque sí serán positivas el resto de las pruebas diagnósticas.
  • Latente: Son pacientes que en un momento determinado, consumiendo gluten, no tienen síntomas y la mucosa intestinal es normal. Existen dos variantes:
    • Tipo A: Fueron diagnosticados de EC en la infancia y se recuperaron por completo tras el inicio de la dieta sin gluten, permaneciendo en estado subclínico con dieta normal.
    • Tipo B: En este caso, con motivo de un estudio previo, se comprobó que la mucosa intestinal era normal, pero posteriormente desarrollarán la enfermedad.
    • Sintomatología de la Enfermedad Celiaca

      Los síntomas más frecuentes son: pérdida de peso, pérdida de apetito, fatiga, náuseas, vómitos, diarrea, distensión abdominal, pérdida de masa muscular, retraso del crecimiento, alteraciones del carácter (irritabilidad, apatía, introversión, tristeza), dolores abdominales, meteorismo, anemia por déficit de hierro resistentes a tratamiento. Sin embargo, tanto en el niño como en el adulto, los síntomas pueden ser atípicos o estar ausentes, dificultando el diagnóstico
      Infancia
      Vómitos
      Diarreas fétidas, abundantes y grasosas
      Nauseas
      Anorexia
      Astenia
      Irritabilidad
      Pelo frágil
      Distensión abdominal
      Hipotrofia muscular: nalgas, muslos y brazos
      Fallo de crecimiento
      Introversión
      Dependencia
      Leucopenia, coagulopatías, trombocitosis
      Defectos del esmalte dental
      Retraso pondoestatural
      Dislexia, autismo, hiperactividad
      Adolescencia
      Anemia ferropénica
      Dolor abdominal , diarrea malabsortiva
      Estreñimiento, meteorismo
      Hepatitis
      Estomatitis aftosa
      Queilitis angular
      Dermatitis atópica
      Cefaleas, epilepsia
      Estatura corta, retraso puberal
      Menarquia tardía
      Artritis crónica juvenil
      Frecuentemente asintomática
      Adulto
      Diarrea malabsortiva
      Apatía, irritabilidad
      Depresión
      Astenia
      Inapetencia
      Pérdida de peso
      Dermatitis herpetiforme
      Anemia ferropénica
      Osteoporosis, fracturas, artritis, artralgias
      Colon irritable, estreñimiento
      Abortos, infertilidad, menopausia precoz
      Epilepsia, ataxia, neuropatías periféricas
      Cáncer digestivo
      Hipertransaminemia




























































Diagnóstico de la Enfermedad Celiaca

Mediante un examen clínico cuidadoso y una analítica de sangre, que incluya los marcadores serológicos de enfermedad celíaca (anticuerpos antigliadina, antiendomisio y antitransglutaminasa tisular) se establece el diagnóstico de sospecha de la enfermedad. El conocimiento reciente de diferentes formas clínicas de enfermedad celíaca (clásica, atípica, silente, latente, potencial, etc.), ha venido a demostrar que no siempre se puede establecer un diagnóstico clínico o funcional de la enfermedad celíaca. Por ello, para el diagnóstico de certeza de la enfermedad celíaca es imprescindible realizar una biopsia intestinal. Dicha biopsia consiste en la extracción de una muestra de tejido del intestino delgado superior para ver si está o no dañado. Para realizar esta prueba es necesario que no se haya retirado el gluten de la dieta.







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